Cambio de tercio: Doble doblete


Estamos ya en Otoño, tiempo inestable. Días de calor mañanero y frío por las noches, cambio de especies y algunas en grandes tamaños, así que como última instancia iba con la esperanza de poder tantear alguna grande dorada desde costa, así que como es habitual para ellas llevaba de cebo mis raciones de americanas y choco de trasmallo de tamaño mediano/pequeño. También llevaba un choco grande para el anochecer, pensando en las locomotoras chovas y una tita de palangre XL para cambiarle el menú a las doradas.
Cebos como siempre en Dani Pesca
Nada más llegar al pesquero la cosa me desanimó un poco porque veía a lo lejos algas que, aunque no se veía mucha en la orilla me daba mala espina la cosa... Decidí de poner diferentes medidas de hilo para tantear la zona, líneas del 0.35 - 0.25 y 0.16 mm y las gametas estaban empatadas con un 0.33 de fluorocarbono, perfecto para estos meses de cambio.

Estaba montando las cañas cuando observaba que las lanzada estaba cogiendo algas en la línea pero sorprendentemente las algas parecía que se estaban quitando. Al poco tiempo observo como una de las cañas lanzada con americanas hacía movimientos raros así que me dispuse a recogerla. Di unas cuantas de vueltas de manivelas y sentía peso, hasta que ya cerca del rebalaje me daba unos buenos cabezazos. Creía que iba a ser una dorada pero al no ver su aleta por la superficie me escamaba. Con la ayuda de las olas pude poner en la arena un bonito ejemplar de pez tambor.
Pez tambor, segunda captura
Ya con anterioridad había vaciado la tita de palangre para que se le fuera quitando fuerza y poder estirazarla más fácil, así que a otra caña le puse una buena porción de ella. No llevaba lanzada ni 10 minutos cuando se volcó bastante hacia delante pero lentamente, así que nuevamente saltaron las alarmas. Me acerqué, recogí un par de vueltas y efectivamente algo venía clavado al otro extremo de la línea.



La caña no estaba anillada completamente, solo provisionalmente a modo de pruebas con cinta aislante, así que tenía que trabajar dicha captura con cautela. De vez en cuando me daba una buena carrera, nuevamente llegué a pensar que podría ser dorada pero acordándome de lo ocurrido con la captura anterior se me ocurría que nuevamente podría ser un pez tambor. En el rebalaje me dio un poquito de guerra, yendo de un lado a otro hasta que con las olas pude sacarlo, nuevamente otro pez tambor, éste de mayor tamaño. La cosa marchaba muy bien, el agua estaba estupenda pero la cosa cambió dramáticamente con el cambio del viento...
Primera chova de la noche
Al poco tiempo empezó a salir bastantes algas, teniendo que recogerlas. Era hora de almorzar , así que nos quedamos para esperar haber como iba evolucionando, haber si con el cambio de marea mejoraba la cosa, pero no fue así... Teníamos 3 opciones: quedarnos estaba descartada porque el tipo de algas que había era muy molesta. Irnos a casa era mala opción puesto que el choco era congelado y no quería desperdiciarlo ya que la cosa está muy mala y no hay que derrochar dinero. Así la mejor opción era de cambiar de playa. Dicho y echo recogí rápidamente las cañas para poder estar en otra playa antes del anochecer.
Una vez llegada a la otra playa la mar no presenciaba nada de algas, eso sí, estaba algo más movida que la anterior. Nuevamente lancé las cañas con americanas y tita para poder tentar las doradas. La tarde se pasó y la noche ya era casi completa, así que había que pensar en otro tipo de pesca. Fui recogiendo las cañas de una en una para ir cambiando hilos finos por algunos más gruesos. Decidí de poner los 0.35 y 0.30 mm, cables acerado y unos buenos anzuelos del 5/0.
Segunda chova y última captura
Saqué el choco y corté unas tiras bien generosas. Estaba terminando de montar la última caña cuando observo como la caña lanzada con el 0.30 estaba bastante arqueada y sacando línea del carrete. Sabía rápidamente que se trataba de chova, de vez en cuando se pegaba una buena carrera pero en poco tiempo pude poner en seco la primer chova de la noche. Rápidamente fui a terminar de preparar la otra caña y lanzarla cuando yendo hacia allá observé que la caña contigua estaba recta como un palo, que raro... Lancé rápido y fue hacia ella. Observé que la línea estaba bastante desplazada hacia la derecha, cosa nada normal. Me puse a recoger y rápidamente me percate que otra chova estaba al otro extremo de la línea. Con cuidado sin querer apretar mucho el carrete trabajé la pieza pues tenía de gameta un 0.70mm, pero los dientes de estos animales son mortales incluso para los acerados, así que con nailon tenía que andar con más ojo. Sin mayores complicaciones pude agarrar la segunda chova, algo más grande.


La noche había empezado bastante bien así que podían darse más capturas de este tipo, pero lamentablemente la noche pasaba y no se dieron más capturas, así que como habíamos madrugado y el sueño hacía mella dimos por concluida la pesquera con un doble doblete.

Temblaera devuelta al mar
 La gracia es que recogiendo las cañas traía una temblaera de alrededor de 40 cm de largo, la desanzuelé con cuidado y la puse de camino a su casa, la mar.

Saludos a todos y buen finde



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