Dorada XL para completar pódium

Hola amigos, llevo unos meses currando a pleno sol en el campo, lo que me restringe mucho el pescar, ya que solo he estado saliendo 1 o 2 veces al mes. Aunque como buen amante de la pesca llevaba varias semanas con el mono de poder ir a playa en cuanto se reuniera las condiciones para tentar las doradas. Lo malo es que los días buenos serían aquellos en que más calor pasaría trabajando, y salir a las 14:00 h. del trabajo e ir a la playa a volver pasar calor parece de locos...
Sabía que esta semana solo tendría un par de días para salir, así que tenía que elegir bien dicho día para tener comprado el día anterior el cebo: unas gusanas americanas y algo de navajas por si había ruame, como siempre de la mano de DANI PESCA. Él siguiente día le eché coraje y en cuanto terminé de trabajar, sofocado del calor sofocante que rondaba los 35ºC, puse rumbo al pesquero.
Primera zapatilla del día
Nada más llegar le pregunté a los pescadores vecinos como andaba la cosa de ruame y me dijeron que estaba bien, no había apenas. Así que decidí de montar americanas y una navaja entera por si las moscas y para que hubiera variedad de cebo en el agua. Puesto que el agua pasando los primeros 20 metros se veía clara, decidí de poner gametas de unos 2,5 a 3 metros de largo del 0.26mm del Fantasm y 0.28mm de Carbon Ghost, unos excepcionales fluorocarbonos y anzuelos Serie 553 (Nº 5) para las gusanas y  933 (Nº7) para el muergo, sin dura para mí TUBERTINI los mejores materiales... Una vez lanzadas las cañas eran cerca de las 17:00 y el hambre resonaba en mis tripas, así que sin mirar las cañas me puse a comer y beber tranquilamente... Estaba casi terminando de comer cuando observo que la caña lanzada con el 0.12 mm de Tatanka Evo estaba demasiado recta. Fue a recogerla y noté rápidamente que traía algo al fondo de la línea. Supuse que sería una zapatilla, pues tiraba algo de vez en cuando y daba sus típicos cabezazos. Poco a poco iba acercándola, sin querer forzar el hilo ya que bulla no había. En poco tiempo llegó a la orilla donde dio sus últimas carreras y con ayuda de las escasas olas la pude poner a salvo, se trataba de la primera dorada del día (zapatilla).

No podía haber empezado mejor, llegar y topar con la primera captura del día. Venía tan tragada que no pude aprovechar el mismo anzuelo, así que volví a empatar la misma gameta con otro anzuelo, encarné otra gusana americana y al agua.
Peces inmaduros siempre C&S
La marea ya estaba empezando a bajar y no se produjo más picadas, lo bueno era que el ruame seguía sin aparecer. Cada cierto largo tiempo iba revisando las cañas por si éste aparecía. La caña que estaba con muergo en la primera recogida venía mordido por la parte superior, así que puse otra gameta con 3 anzuelos en vez de 2 (Serie 993/Nº7) por si había sido alguna picada fallida, nueva navaja con cáscara y al agua.
Pasado un rato en la misma caña que capturé la dorada fui a revisar el estado del cebo y cuando empecé a recoger notaba algo de peso, sin mayor complicación recogía sin que el pez opusiera resistencia, así que me imaginé que sería una mojarra o algún pez del estilo, hasta que cuando lo saqué me fijé que se trataba de una pequeña dorada que lógicamente fue devuelta al agua. Nueva gusana americana y al agua.
La cosa parecía que se animaba y al rato cuando iba a revisar la otra caña que tenía gusana, cuando empecé a recoger volvía a notar peso, así que viendo lo sucedido en las otras ocasiones me supuse que volvería a ser nuevamente otra dorada. Esta vez tenía montado un 0.16 del Gorilla Silver, otro excelente hilo para nuestros carretes, así que podía apretar el freno un poco más que antes, pero sin olvidarme de que el viento de levante reseca mucho los hilos y en cualquier despiste con el freno, una carrera brusca del pez y la línea podría saltar... Con precaución recogía sin parar, sabiendo que en el rebalaje es donde ésta querría liberarse del anzuelo, pero nuevamente sin éxito, en poco tiempo la pude poner en seco, la segunda dorada decente del día.
Doblete de zapatillas

Faltaba solo un par de horas para la bajamar, así que ya puestos me quedaría a esperar, aún sabiendo que al día siguiente tendría que trabajar y que aún haría más calor... El viento había cedido paulatinamente conforme el sol iba bajando de altura, cosa que me gustaba más pues se podrían presenciar mejor las picadas en caso de que las hubiera. Pasado un buen tiempo fui a revisar la caña que había cogido previamente 2 zapatillas (0.12mm) y una vez empezado a recoger notaba algo de peso, sabía que traía algo pero no me atrevía a decir que pez podía ser. Éste en especial no daba mucha guerra, así sin prisas pero sin pausa iba recogiendo el sedal. Cerca del rebalaje dio solo unos leves cabezazos pero sin problemas pude poner en seco un bonito ejemplar de sargo.
"Posteriormente cogí mi tarro de spray de agua normal (dulce) y empecé a rociar las líneas de las cañas para que se lubricaran bien, antes de empezar a recoger y una vez recogida. Parece una tontería pero tras el día de calor y viento de levante las líneas se reseca mucho, además así del agua coge suciedad como alguillas o fango, con que al lubricar las líneas se desplaza mejor el hilo por las anillas, sufre menos roce y ruido. De esta manera es más difícil de romper y proporcionándonos mayor seguridad ante la captura de un pez." 
Ya era pasadas las 20:15, así que conforme iba endulzando cada caña le iba cambiando el cebo, poniéndole uno nuevo (gusana y navaja) para poder ser más apetitoso en la ultima lanzada antes de recoger. Mientras tanto me puse a comer el segundo bocadillo de la tarde y el viento empezó a caer drásticamente hasta casi desaparecer por completo... Había pasado 1 hora y las cañas estaban en posición perfecta, sin cimbreo, pero parecía ser que los peces no estaban por la labor de volver a comer, así que visto lo visto me iba a disponer a recoger. Estaba trayendo los tiestos más cerca de la orilla para empezar a recoger mejor cuando observo que una de las cañas se había puesto del revés volcada, justo cuando iba a recoger esa misma caña.
Luchando con la dorada
Nuevamente había entrado la captura a otra gusana americana, así que como con anterioridad me puse a recoger sin prisas. Esta captura se desplazaba de un lado al otro cuando la acerqué al rebalaje, lo que me llevó a intuir que podría tratarse de otra especie. No me equivoque y sin complicaciones pude poner en tierra otra especie, una bonita baila. De todos modos esta captura no iba a cambiar mis decisiones, seguía teniendo en mente de recoger para no llegar muy tarde a casa. Estaba quitando el anzuelo a la susodicha cuando dice mi Padre: "Mira Roque esa caña, le ha picado". Dejé la baila con la gameta en la arena y puse atención en la caña. Entonces le dije: "Voy a dejarla quieta en el cañero, haber si repite la picada o que hace". Se notaba que estaba rara, que le estaban tocando pero no daba claro síntomas de una picada. A los 30''seg. si observé que le dieron una picada, pero más bien leve, aún así como iba a ser la caña posterior en recoger y guardar me dispuse a recogerla. Recogí unas cuantas de vueltas hasta tensar la caña bien, porque estaba destensada y lentamente levanté la caña para tentar el peso del pez y clavar mejor el anzuelo. Entonces noté que se trataba de una buena pieza, el peso era mucho mayor y se sentía bastante fuerza. Con bastante tranquilidad y ahora más que nunca en el día me puse a trabajar la pieza, porque estaba ya a punto de irme y no era plan de perder la captura del día.
"Ajusté muy bien el freno pues la captura le había llegado a la caña montada con línea 0.14mm Tatanka Evo, gameta 0.28mm Carbon Ghost y anzuelo Serie 553 / Nº 5, así que las condiciones requería que el freno estuviera más bien suelto e ir jugando con el dedo para parar la bobina al bombear la caña"
La alegría me había llegado al cuerpo tenía al otro extremo de la línea una buena pieza que no quería rendirse, los primeros minutos la dejé que sacara hilo si fuera necesario, aunque no quiso, solo quería mantenerse en la posición sin retroceder. La mejor forma era bombear la caña e ir recogiendo cuando bajaba la caña, así le podía ganar unos metros. Poco a poco empezó a espabilarse y a empezar a retroceder, sacar línea, nadar de un lado para otro..., pero no conseguía recoger mucha línea.
Bombeando la caña y recuperando con el freno de dedo
Tenía un runrun en mi cabeza de que podía ser una manta o pez guitarra, pues llevaba un buen tiempo recogiendo y no se veía ningún chapoteo, aleta o algún signo que delatara lo contrario. Había pasado 5 minutos cuando a más de 50 metros observé un chapoteo, lo que me alegró porque no era una manta. Luego más tarde vi unas espinas, lo que me escamó pensando que sería un pez guitarra, aún así me extrañaba porque en las otras ocasiones no las veía hasta bien cerca de la orilla... Mientras tanto recogía poco, pero cambié de táctica de recoger, ahora ayudándome de las escasas olas, retrocediendo con la caña cuando venía una buena serie de olas y recogiendo luego hacia delante. De esta manera la acerqué a escasos 25 metros de la orilla y entonces empezó como me temía a dar sus carreras, aunque no era muy buenas. Ya observé claramente una cola, así que tenía por confirmado que se trataba de una buena dorada. Aquí estaba el punto crítico, la orilla, donde hay que trabajar con sumo cuidado y más en una playa somera (plana) donde a lo más mínimo se ayuda del fondo ejerciendo mayor presión en contra de la línea.
Dorada rendida en la arena
Con tranquilidad la aguanté sin querer recoger para que se cansara y ella diera el primer movimiento. Y fue así, empezó a nadar de un nado a otro pensando que ganaría metros y fue justo lo contrario, se los ganaba yo ya que las olas la acercaba cada vez más a mi. Primero fuimos hacia la derecha y seguidamente hacia la izquierda donde ya se puso a unos 15 metros, así que me adentré un poco en el agua para introducir el nudo del puente de línea, para prevenir una posible rotura... La aguanté un poco en la zona y las olas hacía el resto, me la acercaba cada vez más, hasta el punto en que se quedó sin altura de agua, la cual venía nadando de frente y se desplomó hacia la derecha. Se trataba de una buena dorada. La guante un poco esperando que viniera más cantidad de agua para alejarla más de la orilla, para no perder tensión en la línea al intentar de acercarme yo. En esos segundos mi Padre me dijo "¡Échale mano que al final se escapa!" No, ya estaba todo bajo control y a unas malas me tiraba en plancha encima de ella... La retiré un poco más y me acerque a recoger la captura del día, una buena y bonita dorada que rondaba los 3,5 kilos. Era imposible no poder de sonreír, había sido recompensado tras haber echado coraje e ir a pescar después de trabajar en un día en que el tremendo calor que pasé en ambos escenarios era el protagonista. Esta sí era la última captura del día, así que como de costumbre me dispuse a inmortalizar el momento con algunas fotografías, la ocasión la merecía.


Después cogí la nevera para meter agua nueva y limpia, lavé las capturas una a una y las fui metiendo en la nevera, así irían limpias para casa. Posteriormente recogí cada caña, le quité la gameta y volví a lanzar. Luego con un paño de microfibras mojado en agua dulce apretaba el hilo mientras recogía, así toda la suciedad de la línea se quedaría en el mismo paño y la línea que daría totalmente limpia a falta de rociarla con spray de silicona cuando llegara a casa. De esta manera prolongaremos la vida de nuestra línea. Pues con esta captura terminó la salida de pesca de hoy express, en la que solo pude pescar unas cuantas de horas pero muy bien aprovechadas y recompensadas.



Fantasm & Carbon Ghost claves para aguas claras, los Tatanka Evo se comportaron de cine y las americanas la liaron parda


MATERIALES EMPLEADOS
Líneas:
    Tatanka Evo (Ø 0.12mm)
    Tatanka Evo (Ø 0.14mm)
    Gorilla Silver (Ø 0.16mm)
Gameta:
    Fantasm (Ø 0.26mm)
    Carbon Ghost (Ø 0.28mm)
    Gorilla UC-4 (Ø 0.35mm)
Anzuelo:
    serie 553 (Nº5)
    serie 933 (Nº7)
Minutería:
    TB 3003 Perrillo (Nº8)




No hay comentarios:

Publicar un comentario