Volvemos ahora con dorada...

La temporada robalera ya ha tocado su fin debido a los cambios de temperatura de estos últimos meses, así que viendo como venía para esta semana me dispuse a buscar mis primeras doradas del 2015.

Dorada recién capturada

De cebo llevaba algunas gusanas americanas y un choquito de unos 300gr, para poder jugar a diversas especies, como siempre de la mano de DANI PESCA. El día estaba de lujo, pues aunque soplaba algo de poniente, era flojo y para nada molesto, se podía soportar ya que las olas eran flojas. No quisimos darnos el madrugón para buscar el alba así que las expectativas eran estar desde las 10 hasta las 10 de la noche.

Plomo fino de lance y presentación de la americana
La mañana no dio ninguna sorpresa, las cañas estaban lanzadas con hilos finos 0.16 y 0.15, con gametas 0.33 y anzuelos en torno al Nº 2 y 1, pero ninguna captura balanceaba nuestras cañas. Las gusanas venían intactas, así que solo quedaba esperar...

En el transcurso de la mañana, aunque aunque las gusanas venías bien, tras recoger y volver a lanzar algunas veces ésta se resquebrajaban y perdían su jugo interior, uno de los principales atrayentes, así que volvía a poner nuevas gusanas de vez en cuando y lanzar nuevamente las cañas. Ya que si siempre dejara la misma gusana es más difícil poder atraer algún pez solo con el pellejo que con una bien viva. El clima era muy bueno, así que mientras se decidían a comer los peces, estábamos relajados sentados en las sillas al solecito, que algunas veces apetecía bien.

Cañas a la espera...
Tras un almuerzo y merienda bastante tranquilo, el atardecer se nos venía encima, así que como último recurso había que encarnar nuevamente para que las gusanas estuvieran frescas y que al ser bajamar, la aguantara lo máximo posible en el agua, incluso algo de noche.

Y fue en esta ocasión cuando la caña lanzada más lejos con el 0.15mm, observé que estaba muy recta y ya había ocurrido un par de veces con la misma caña, así que me dispuse a echarle un ojo. Nada más recoger un par de vueltas sabía que traía alguna pieza tras la línea. Iba con cautela porque la tenía cruzada con la caña del compañero, así que iba ayudándome de las olas. En el rebalaje observé que se trataba claramente de una doraba, la cual no ofrecía mucha resistencia y con facilidad pude poner en seco la dorada primera dorada de la temporada, siendo una buena zapatillona. Aquí abajo os pongo el vídeo de la captura.


Rápidamente lance por si hubiese alguna más antes de oscurecer y nos pusimos a comer algo pues ya había nuevamente hambruna. Ya la noche era plena y del choquito quedaban solo un par de tiras. Nos quedamos un poco más de noche por si aún seguía alguna dorada con hambre. 
Primera dorada tras un bonito atardecer
Pero la espera fue en vano pues nada se arrimaba y tras muchas horas en la playa dimos por concluida la pesquera algo satisfactoria ya que por lo menos le vimos la cara a las primera dorada, ahora a seguir en su búsqueda.

¡Ya están aquí las dorada!


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