Nuevo robalo solitario

De nuevo quería salir en busca de las lubinas aunque si quería salir en esta semana tenía solo tenía una oportunidad, el día escogido, porque la lluvia se iba acercando de inmediato dando lugar a unos días de agua. Así que dicho y echo, de nuevo comencé descongelando un par de buenos chocos que me habían sobrado de la pesquera anterior. El estado era fenomenal pues había sido comprado bien frescos y con una perfecta congelación-descongelación no sufre el cebo.

Choco en proceso de descongelación

Al llegar a la playa el agua estaba muy buena pues había algo de menos oleaje de lo previsto, aunque conforme fuera subiendo también lo haría el oleaje. Lo que más me extrañó es que la playa estaba desértica, no había ni un pescador en los alrededores cosa que me escamó bastante pues llevaba tiempo sin ir a este pesquero...

El mejor hilo para temporales

Como siempre en días invernales, monto las cañas, luego los anzuelos con las gametas, posterior mente coloco las tiras de choco y finalmente tras haberle lavado las manos, lanzo las cañas seguidas, así no ensucio cañas y carretes. Los carretes siempre los llevo preparados con el sistema anti-líos en la línea madre, que consta de un tope de silicona talla L, perlita transparente, rolling del nº 8, perlita transparente, tope de silicona y finalmente un enganche rápido. En este día no estaba seguro de la dureza del mar así que opté por montar diferente gramaje de plomo (125 y 150 gramos) y grosores de gametas (0.50 New Gorilla y 0.70 mm Gorilla UC-4 de Tubertini) "mis hilos preferidos para la temporada robalera", así testaría bien la mar.

Fue tirar las cañas y al poco tiempo empezar a chispear, así que corriendo me puse el pantalón de agua. La cosa no pintaba bien porque cada vez llovía más y lo peor de todo es que se me había olvidado el paraguas que tengo de 2,5m en casa, así que solo tocaba esperar. Tras un buen rato de agua la cosa paró y en la escampada veo que una de las cañas está muy ida hacia el lado, cosa que me escamó. Me puse a recoger pero como anteriormente había sacado algas no estaba seguro de que pudiera ser un pez. Ya en casi en la última ola me fije que se trataba del primero róbalo de la noche, que dio un peso de 1,5 kg. La cosa parecía que se animaba pero fue una imaginación porque el tiempo pasaba y solo hacía acto de presencia las malditas algas. Tras unas horas de aguante en el pesquero vi en el móvil que el tiempo estaba empeorando, con lluvia en las horas próximas así que me puse a recoger. Fue cargar los tiestos en el coche y al poco tiempo empezar a llover de nuevo.

Solo se sacó un róbalo pero por lo menos me salvé del bolo

MATERIALES EMPLEADOS

Montaje Invernal indiscutible:

    Topes de goma TB 4005. Talla M

    TB 1001 rolling singola Nº 8

Gameta:

    New Gorilla de 0.50mm

    Gorilla UC-4 de 0.70mm