Baila solitaria

De nuevo me propuse a echar una jornada en busca de los róbalos aunque el día no era el propicio en parte porque, a pesar de que iba a hacer bastante frío, conforme pasaran las horas la mar iría menguando en cantidad de olas. Y así fue, cuando llegamos al pesquero la mar estaba más o menos bien, así que rápidamente me puse a montar las cañas. En esta ocasión fui lanzando las cañas tal como las iba montando, para aprovechar al máximo el atardecer y las olas. De cebo como de costumbre choco de Dani Pesca, en esta ocasión muy fresco. Llevaba poco las cañas en el agua cuando la última caña lanzada veo que se destensa y se vuelve a tensar, así un par de veces, signo indiscutible de algún dicentrarchus. Conforme recogía no notaba muchos cabezazos, llegué a pensar de que pudiera ser un pequeño róbalo, pero cuando ya quedaba poco para sacarla me fije que se trataba de una estupenda baila que rozaba el kilo, no me equivoque, dicentrarchus punctatus. Rápidamente volví a lanzar la caña con la misma tira de choco al agua, pensando que pudiera haber más.

Primera baila decente del año

La noche cayó y nada hacía acto de presencia en los anzuelos. Ya caída la noche llegó el amigo Ramírez para estar un rato de noche pescando juntos, pero conforme pasaban las horas el oleaje caía más y los peces se alejaron bastante. Estuve lanzando de diferentes manera: cerca, lejos, con tira de choco grande y alguna más pequeña para alargar el lance, pero no había forma. Solo un pescador vecino consiguió sacar un sargo lanzando muy lejos. Ya de madrugada viendo que ningún pez de porte llegaba a los anzuelos, ya que solo había peces de pequeño tamaño que se comían la carnada, decidimos da recoger y probar suerte otro día.

¡Todos los días no son Domingo!

MATERIALES EMPLEADOS

Montaje Invernal indiscutible:

    Topes de goma TB 4005. Talla M

    TB 1001 rolling singola Nº 8

Gameta: New Gorilla de 0.50mm