Primeras doradas de 2013

Hola amigos os dejo el relato de otras de mis jornadas que me quedan por subir. En esta salida no puse muchas esperanzas, pues cuando llegué al pesquero el agua estaba completamente echa un plato, el viento de levante había dejado la mar como un espejo, pero aún así había que intentarlo y al final no resultó tan malo del todo, pues conseguí un par de doradas kileras.

Monté las cañas con hilos de 0,25mm y 0,22mm con una tira de sepia y muergo entero respectivamente. Durante toda la mañana y tarde no hizo presencia ningún pez pero vi algo muy curioso que me llamó la atención. Observé unos chapoteos a la orilla de peces pequeños. Puse atención y vi que eran bailas, así que me puse con la caña de spinning para intentar coger alguna y así fue, salió 3 bailas de pequeño tamaño que fueron devuelta al mar. En ese momento no pensé nada más pero luego por la noche si me dio que pensar...

Más tarde empezó a cambiar el viento soplando de componente mezclado con sur y poniente, ofreciéndonos y bonito cambio de color en el agua algo lejos y una agua un poco rizada con unas pequeñas olas bastantes decentes. Entonces decidí cambiar de montaje. Puse una de las cañas con un hilo del 0,20 mm de Awa-Shima (s-smisile fluo). Puse una gameta de unos 2,5 m de fluorocarbono Trilene del 0,30 mm con un anzuelo del Nº 2 y de cebo le puse 3 gusanas de canutillo (una tras otra), para que la presentación fuera la de un gran gusano. Efectué un lance a la media vuelta, el cual me salió bien, colocando el plomo lo más lejos que pude. Dejé la caña que actuara y al rato justo cuando iba a comerme un bocadillo para merendar observé que la caña se había volcado hacia atrás. Entonces recogí un poco y no notaba resistencia de pez, solo un poco de peso. Cuando faltaba unos 50 metros noté cabezazos, entonce fue cuando llamé a mi Padre para que viniera pues sentía que podía tratarse de una dorada. No quería forzar el hilo pues tenía 3 años dándole muchos uso y en muchas ocasiones sin darle mucho cuidado por lo que el carrete lo dejé un poco suelto para que absorbiera bien los cabezazos de la susodicha. Empezó a tirar para la izquierda y el mismo oleaje que había (el poco) me la iba acercando a la orilla. Poco a poco le ganaba terreno aunque ofrecía resistencia y en una de las olas la pude poner en tierra. No era muy grande y acerté en el peso pues se trataba de una preciosa dorada o zapatilla de 1,200 kg, que es como llamamos aquí en Cádiz a las doradas que rondan ese peso. Ver el vídeo.

Detalle de la clavada

Entonces abrí los ojos y cambié también el montaje de la otra caña, de igual manera solo que puse de línea madre un 0,165 mm, para ver si podía tentar alguna más grande algo más lejos. Se hacía de noche y sabía que iba a ser la única oportunidad que tenía de lanzar a la media vuelta, pues no lo tengo muy dominado y de noche no me gusta realizarlo porque puede ser que lance menos, o peor, que cruce las cañas. El lance salió perfecto y me puse a esperar. En una de las recogidas de la caña del 0,18 mm notaba algo de resistencia pero cuando lo saqué no venía el anzuelo, estaba cortado, raro raro...
Paso unas horas y en se hizo de noche y observé que el hilo de ésta última de había hizo bastante hacia la derecha, así que me puse a recoger y me pasó igual que antes, no notaba cabezazos ni nada, solo peso... Mi padre estaba haciéndose un bocadillo mientras yo acercaba levemente la caña. Tuve que bajarla un par de veces para quitarle algunas algas que traía el hilo. También cerca de la orilla empezó a ofrecer resistencia y a dar unos cabezazos. Le estuve haciendo señas a mi Padre con la linterna pero no me veía, así que me puse a recoger creyendo que era un sargo, pero cuando la puse en tierra vi que se trataba de una nueva dorada o zapatilla de 900 gr.
Viendo que se adentraba la noche y había algunas algas opté por cambiar el hilo fino del 0,165 mm por uno que me diera mayor seguridad, un 0,25 mm. Esta vez le puse una gameta de 0,35 mm a un anzuelo de Nº 1, con una muergo bastante grande que decidí de ponerlo licrado sin cáscaras. La presentación había salido muy bien, y hasta le dije a mi Padre: "Mira que bonito, para que venga una buena dorada y se lo coma sin más". El me dijo: "En la siguiente...". Yo no creía que pudiera ser, pero bueno, ¿por qué no?. Esta vez lancé la caña a modo catapulta para poder llegar lejos si pudiera ser y que el plomo cayera de modo que hiciera menos ruido. Nos pusimos a comer al rato y cuando me estaba terminando el bocadillo escuche el silbido de una bobina sacando hilo a toda leche, dije: "¡Picada picada!" Mientras me iba corriendo para la caña, que fue la última lanzada. Notaba buen peso al otro extremo del hilo y por el cebo puesto (muergo licrado) supuse que era seguramente una dorada de muy buen porte. Recogiendo tranquilo cuando quedaba unos 50 metros empezó a dar buenas carreras, pero no cabezazos, cuando en una de ella dio un buen tirón y partió el sedal... Tremendo cabreo que cogí. Cuando recogí la caña vi que se había cortado otra vez justo por el anzuelo. Os dejo el vídeo que aunque no haya salido el pez, se ve y escucha las carreras y el cabreo que cogí al partir... En fin, ¡todas las piezas no se pueden sacar! Ver el vídeo.
Observé que el hilo estaba a unos 10 cm del anzuelo que debía venir muy rozado, así que deseché ese hilo y puse otro nuevo con otro muergo licrado. Ya en todo el tiempo estaba otra vez como en otras pesqueras cabizbajo, pues había perdido un gran pez. En unas de las revisiones observé como la otra caña tenía el hilo en el suelo, estaba cortado la línea madre así que pensamos que podían ser chovas y dimos por concluida la pesquera porque no traía materiales para su captura...
En los siguientes día escuché que se estaban dando chovas por las playas, así que por lo menos me di un alivio y dejé de pensar que había perdido una gran dorada.