Reencuentro con la lubina y los amigos sargos

Llevaba algún tiempo queriendo salir con algo de temporal pero el tiempo no estaba por la labor. Se avecinaba una ola de frío y no quería dejarla escapar, aunque daba poniente, había un 70% de que fuera mezclado con norte cambiando finalmente a norte. Esta vez a parte de elegir sepia como cebo también cogí una caja de americana para ver si podía tentar otra especie y una de coreana por si cogía durante la tarde algún pez de mediano tamaño, ponerlo al vivo para las preciadas lubinas. Cuando se llegó al pesquero el viento estaba de componerte noroeste con algunas olas de buen ver. Conforme pasaba el tiempo se acentuaba cada vez más el poniente con lo que el agua empezó a ponerse de un tono muy bonito, con algo de espuma en la rompiente, un buen escenario para las lubinas.

El tiempo pasaba y no se daba nada y mi padre quiso dar una vuelta por la playa para echar el rato antes del anochecer. Le dije en plan cachondeo: "No te vayas que ahora es cuando va a entrar el primero, en el atardecer". Parece que me lo presentía porque fue alejarse andando un par de minutos y observé como el puntero de una de mis Abu García cimbreaba. La tensé un poco y la observé bien y efectivamente estaban tentando la caña. Desanclé el plomo de grapas y se notaba cabezazos por lo que me imaginaba que sería un sargo. En el rebalaje me afirmaba cada vez más su especie pues no tiraba para ningún lado y salió un hermoso sargo de 800gr con un tono muy oscuro. Le quité el anzuelo fácil sin romper la muerte y observé que éste estaba bien afilado, además la tira de sepia estaba bien presentada, así que dejé el sargo en el suelo donde no lo pudiera coger la ola y lancé de nuevo la caña. Cuando llegó mi padre de dar su paseo, el sargo aún estaba vivo pues había cogido la nevera y la había llenado un poco de agua porque me gusta que el pez esté en el agua, así huele menos y no se reseca. Me eché una fotito, estrenando así mi nuevo polar que me regalo mi novia por reyes ya que en la salida anterior no se apreció.

Durante el anochecer no se obtuvo más capturas y cayó la noche y el viento empezó a aflojar paulatinamente.  Comimos y pasada la media noche el viento se reanimó y los avisadores de picada estaban más tiempo en color rojo que en verde parpadeante así que solo nos fijábamos si la puntera cabeceaba. En una de las revisiones a las cañas, una vez desanclado el plomo de la arena, noté algo de peso al otro extremo de la línea, así que se puso a grabar por si las moscas. Cuando le dí unas cuantas manivelas al carrete empezó a luchar considerablemente y sabía que se trataba de otro sargo por los típicos cabezazos aunque éste era de mayor porte. Fue empezar a traerlo al rebalaje y dejar de luchar, salió rendido sin ofrecer demasiada resistencia. El pobre debía llevar un rato enganchado e intentando de soltarse antes de revisar la caña pero como no se apreciaba bien las picada porque había mucho viento no nos dimos cuenta. Fue un sargo de 1,2kg bastante gordo: Ver el vídeo de los sargos. Éste venía con el anzuelo tragado así que tuve que poner otra gameta. También pudo ser que al venir tragado fuera uno de los motivos del luchar tan poco. El viento amainó un poco y los avisadores empezaban a estar siempre parpadeantes (funcionando). Antes no  estaban funcionando bien pues como el viento estaba de componente noroeste meneaba las cañas hacia los lados. El viento había amainado pero empezó a bajar considerablemente la temperatura, se notaba bastante pues llevaba toda la ropa térmica y el frío calaba hasta los mismísimos huesos. Estuvimos por irnos pues no había más picadas y hacía bastante frío. Le dije que en unos 45min. si no se cogía nada más que nos iríamos a casa.

Al ratito se levanto mi padre para ver las cañas de cerca y veo que se para en una de ellas. Observo que se puso el puntero un poco rojo y me acerqué y cuando llegué estaba el hilo en banda. La tensé y empezó arquearse hacia delante. Entonces me puse manos a la obra, fue darle unas vueltas al carrete y dar una buenas carreras. Ya me imaginaba que esta vez no se trataba de otro sargo pues no había cabezazos y daba unas carreras muy bonitas. Esta caña era la que estaba lanzada más cerca de la rompiente y me supuse rápidamente que se trataría de una lubina o una baila de buen tamaño. Efectivamente fue así, una lubina que aunque no era muy grande como para tirar cohetes pasaba de los 1,2kg: Ver el vídeo. Me puse contento pues éste invierno apenas he salido 2 veces a buscarlas y obtuve premio muy rápido. Le saqué rápido el anzuelo de la boca y bajé el choco hacia bajo pues estaba intacto. Volví a lanzarla porque supuse que podía haber entrado más de ellas. Al poco tiempo enganché una baila que no la pude devolver pues ya venía echando sangre cuando la saqué, estaba bastante embuchada...

Cuando pasó alrededor de media hora volvió a entrar otra un poco más grande pero no venía mal pinchada así que la pude devolver al agua. Ya pasó un largo tiempo sin entrar nada, así que dimos por desistida la jornada. Se hizo frente al frío y viento y se obtuvo recompensa.

¡Saludos y buena pesca!